Si Chris Cornell y Muddy Waters hubieran tenido un hijo y se lo hubieran entregado a Jack White para criarlo, Captain Ivory sería el resultado. La banda combina la energía, las voces con toques soul y las guitarras grasientas con un ritmo único que moverá a quien sea donde sea. Su nuevo álbum titulado “No Vacancy” fue grabado en varios estudios entre Nashville y Indianapolis. Este es el segundo lanzamiento de la banda y el primero con el nuevo bajista Brett Smith y el nuevo batería Seth Maschari. Las canciones reflejan la madureza que ha alcanzado el grupo y están inspiradas en los viajas que la banda ha hecho en los últimos tres años. Como siempre, la banda apuesta por las canciones pegadizas con sucios rasgueos de guitarra y unas voces de infarto.

Nacidos en Michigan, pero viviendo fuera en Nashville, TN, el Capitain Ivory han desarrollado un fuerte seguimiento a través de pesadas giras de festivales y clubes en los Estados Unidos y Europa, incluyendo un maratón de 42 días por Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y España. Principios de 2015. El grupo ha apoyado a todos, desde Otis Taylor, Whitey Morgan y los 78’s, Frontier Ruckus IAMDYNAMITE y más. Su álbum de debut, producido por el productor ganador del Grammy David Feeny (Jack White, Loretta Lynn) y lanzado en Gangplank Records en 2014, es presentado en Joe Louis Arena, y recibe airplay de los afiliados de NPR WEMU & WDET, WTTS (Indianapolis), Lightning 100 (Nashville), y muchas otras internacionalmente. El grupo es un artista autorizado de Music Dealers (Chicago) y ha sido abordado por PBS, Detroit Red Wings, y numerosos cineastas sobre la licencia de su música.

«No vacancy» es el segundo álbum de los estadounidenses CAPTAIN IVORY, originarios de Detroit y establecidos en Nashville, con un estilo entre LED ZEPPELIN y THE WHO con toques de MOTOR CITY SOUL, y una voz cruda capaz de moverse en infinidad de matices, partiendo del rock and roll y acariciando otros estilos como el soul, el blues, el stoner, el country, el funk o el jazz, con un sonido atemporal y unas composiciones bien trabajadas y dificilmente clasificables, con cierta tonalidad oscura, que ellos definen como greasy rock n’ roll. Su fórmula es sencilla, practican rock clásico, pero poniéndolo al día, no inventan nada, pero sorprenden por la calidad y elegancia que desprenden, sobre todo teniendo en cuenta la corta edad de sus componentes. Las sombras de las grandes bandas de los 70 sobrevuelan sobre ellos, pero no temen acercarse a terrenos más indies, con buenas canciones.

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