Tras manifestar su respaldo a la determinación de la alcaldesa, Tere Jiménez para echar a CAASA de Aguascalientes, José Juan Sánchez Barba, presidente del Comité Municipal del PAN consideró que el repudio del que goza la empresa concesionaria fue “ganado a pulso”.
Luego de 25 años de priorizar la recaudación económica en lugar de dar un mejor abasto de agua a las familias de Aguascalientes, finalmente hubo una alcaldesa que se le puso al tú por tú a la concesionaria para que deje de prestar el servicio de los aguascalentenses.
“Desafortunadamente en todo este tiempo, CAASA perdió de vista la utilidad social, nunca se sensibilizó de la función tan importante que desempeña y de la naturaleza social de su actividad. Siempre lo vio como mero negocio y sus determinaciones fueron empresariales a costa del sufrimiento de los usuarios”, dijo.
José Juan Sánchez Barba, a su paso por CCAPAMA en el anterior trienio, le tocó conformar la Procuraduría de Defensa de los Usuarios de Agua Potable, y conoció perfectamente el funcionamiento de la empresa concesionaria y de su insensibilidad hacia la población a la que en muchas ocasiones dejó sin servicio por aplicar un criterio mercantilista.
En ese sentido, aplaudió el anuncio hecho por la alcaldesa Tere Jiménez y expresó su pleno respaldo de los panistas para enfrentar un proceso largo y complicado para dejar fuera a la concesionaria que se ha servido con la cuchara grande en estos 25 años.
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