Empieza la carrera del 2019 usando como  trampolín  una agrupación sindical, y por ende ser caja chica y coto de poder a favor de unas siglas y no a los intereses laborables de los trabajadores.

 

Basta con ver que dos aspirantes de tres que están registrados, contienen los genes partidistas tricolores (PRI) y que en busca de revancha, buscan llegar a liderar un gremio que ha sido muy cuestionado por su falta de transparencia y de resultados desde siempre

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En las pasadas elecciones hubo un trabajo efusivo a favor de la candidata Lorena Martínez, tanto de Delia Félix como Alfonso Ovando. La primera es actualmente la dirigente en funciones, con una opacidad sindical y sin más trabajo que el beneficio personal y de su hermano. Del segundo personaje solo se distingue por sus señalamientos de corrupción por venta de plazas y de lucrar  desde su “asociación”.

 

Que riesgos corren los trabajadores? Cuál es el verdadero interés de encabezar el Sindicato? Más allá de las promesas mágicas y los afectos de amistad, los trabajadores podrían ser los sacrificados en aras de arrodillar al Estado.

 

La carrera ya empezó, sin que nadie lleve la delantera ni tenga asegurado el triunfo. Planillas Naranja, Roja y Verde, estarán bajo el análisis y la reflexión del trabajador, recordando que la forma es fondo y buscan evitar a un nuevo Netzahualcóyotl Álvarez, por cierto también del grupo de la ex-candidata tricolor.

 

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