Sin que sea un secreto revelado, ni mucho menos, pero una vez más quedó de manifiesto que el Gobierno Federal ha sido el peor enemigo del salario de los trabajadores mexicanos, según quedó de manifiesto en la segunda ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Jesús Enrique Ramírez Pérez, dirigente de la CROM resaltó la resistencia del gobierno mexicano para aumentar los salarios en el país, en aras de no perder competitividad, confirmando lo que siempre hemos señalado, sin embargo, hoy se pone de manifiesto en las renegociaciones del tratado en donde, paradójicamente, hoy los gobiernos de Estados Unidos y Canadá se convirtieron en los principales aliados de la clase trabajadora mexicana.

El líder obrero destacó que, de acuerdo a la información que ha trascendido de la segunda ronda de negociaciones, Estados Unidos y Canadá han presionado fuerte a México para que suba los salarios, a efecto de que, la competencia por las inversiones sea equitativa entre las tres naciones.

De 2001 a 2015, los salarios mexicanos por hora en dólares estadounidenses crecieron sólo un 9 por ciento, menos que en Estados Unidos y muy por debajo del aumento de 120 por ciento en Brasil, según un informe de Moody‘s.

Explicó que de acuerdo con la agencia internacional de noticias Reuters, los líderes sindicales de EU y Canadá dicen que las normas laborales más laxas y los bajos salarios en México han aumentado los beneficios corporativos a expensas de los trabajadores de sus países.

En ese sentido, los negociadores de los países socios, iniciaron una escalada de presiones hacia México para elevar los salarios. El sindicato Unifor, el mayor de la iniciativa privada en Canadá, que incluye a las industrias automotriz, energética y de telecomunicaciones, insistió que si México no estaba de acuerdo en mejorar los estándares laborales el TLCAN debía de ser desechado, tema en lo que no estuvieron de acuerdo los empresarios ni políticos mexicanos quienes argumentaron que los salarios y derechos laborales son aspectos que cada país resuelve internamente.

Las negociaciones pusieron también al descubierto que la mano de obra mexicana es la peor pagada de los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de acuerdo a un informe publicado en abril pasado. El trabajo mexicano se paga en promedio de 14.63 dólares, muy por abajo de la media, la cual es de 50.21 dólares. Los trabajadores mexicanos ganan menos que los de Chile, donde se paga en promedio 20.51 dólares, Letonia, (25. 38) y Eslovaquia 29.9 dólares por día, reveló el informe publicado por la OCDE.

En ese sentido, Ramírez Pérez destacó, que por fortuna para la clase trabajadora, será inevitable para el país aumentar los salarios y ponerlos en perspectiva internacional para que, en términos de mano de obra, México deje de ser ese paraíso que ha sido en las últimas décadas, a costa del sacrificio de la calidad de vida de millones de mexicanos por muchas generaciones.

 

 

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